1. Introducción

Como derivación del proyecto de investigación denominado “Teoría política, pensamiento crítico y procesos sociopolíticos en América Latina: indagaciones en torno a la ciencia política”, que se desarrollaba en el marco del Programa “La cátedra investiga” tendiente a apoyar la actualización de los contenidos y las prácticas docentes, comenzamos a reflexionar acerca de la relación entre teoría política y gestión pública, preocupados por cuestiones asociadas a procesos de reforma del plan de estudios y al papel de la teoría política en un diseño curricular que debe equilibrar la ciencia política con la administración pública. Motivados por una frase de Matus (2007) que afirma que “existe una causa teórica detrás de un fracaso práctico”, marcando la distancia entre teoría y práctica en las gestiones públicas latinoamericanas, advertimos que esta cuestión no está problematizada suficientemente en el campo de la politología. Como supuesto, consideramos que la escasez de estudios al respecto se asocia a una concepción disciplinar que, por su predominio, se presenta como versión única y que involucra tanto a visiones acerca de la teoría política como de la gestión pública.

En este sentido, tomamos como punto de inicio la diferenciación que suele establecerse en la ciencia política entre la teoría política (TP) y la teoría política empírica (TPE) que es la que se asume como propia de este campo disciplinar según el paradigma dominante.

Nuestra exploración se orienta a pensar que el fracaso práctico del que nos habla el autor se relaciona, en parte, con esta dificultad para incluir a la teoría política en la ciencia política sin adosarle calificativos y que se vincula con perspectivas diferentes: una, que asume concepciones filosóficas, elementos históricos, ideológicos y valorativos como constitutivos de la reflexión acerca de la política y otra que, ajena a estos, desarrolla un saber técnico-instrumental, provocando una distancia sustantiva entre teoría y práctica. A su vez, la gestión pública bajo una misma concepción que recorre el campo disciplinar se entiende (se fundamenta) bajo la dicotomía política – administración (policy – management) que se remonta a fines del siglo XIX pero que se acentúa en las últimas décadas. Considerando a la gestión pública como una de las dimensiones de la práctica política, el objetivo de este trabajo es problematizar el desencuentro con la Teoría Política desde la crítica a la concepción dominante en la Ciencia Política. En la primera parte caracterizamos la existencia de un paradigma único (por predominante), el empírico-analítico, que contribuyó a consolidarla como ciencia a la vez que la constituyó como una ciencia para la administración y gobierno del sistema y en el campo científico, la ligó con la psicología conductista y la economía neoclásica, y la desvinculó de la filosofía, la historia y el conjunto de las ciencias sociales; en la segunda parte, revisamos algunas conceptualizaciones sobre lo político/la política, entendiendo que estas están condicionadas y condicionan a su vez el desarrollo de la teoría política; en la tercera parte, contextualizamos y caracterizamos el surgimiento de la nueva gestión pública a partir de la consolidación del neoliberalismo y los procesos de reforma del estado. A su vez, señalamos la reducción de lo político en función de la preeminencia dada a la gestión pública como herramienta de modernización y reforma estatal en el contexto neoliberal. En la cuarta y última parte, analizamos sintéticamente algunos argumentos como base para una efectiva ciencia de gobierno y métodos de gobierno articulando teoría y práctica.


Con la tecnología de Blogger.