Este año la revista contiene dos secciones. La primera es un Dossier sobre Sentir la política: la relevancia de las emociones para la vida política contemporánea, editado por Isabel Wences y Laura Gioscia.
El giro emocional o giro afectivo en el campo de las humanidades y de las ciencias sociales ha tenido un fuerte impulso en los últimos años como contrapunto a la concepción restrictiva y abstracta de la racionalidad propia de gran parte de los discursos dominantes de la modernidad. Hoy en día, emociones, afectos y sentimientos han pasado a ser reconocidos y apreciados para la vida democrática. Sin duda, uno de los desafíos fundamentales para la política contemporánea es la articulación entre emociones y racionalidad. No hay una única definición para las emociones, los afectos y sentimientos,  ya que estos pueden ser interpretados de modo diverso según autores y tradiciones. Tampoco hay un “uso” unívoco de los mismos sino múltiples contextualizaciones. Este giro emocional adquiere significados específicos según los diferentes contextos de enunciación y producción.

El “giro” hacia o el “regreso” de las emociones, que es deudor en gran medida  –aunque no solo– de los movimientos y teorías feministas, ha tenido un desarrollo disciplinar y geográfico desigual pero ha adquirido, de la mano de los avances neurocientíficos, una importancia singular para la teoría política actual a nivel transnacional. Fenómenos políticos tan dispares  como “el voto emocional”, el sentimiento de precariedad, el retorno de los populismos, los crecientes nacionalismos, las reivindicaciones públicas de índole diversa, ciertas teorías del reconocimiento, la esfera pública digital, los sentimientos políticos en las redes sociales virtuales, el capitalismo y el consumismo emocional y el impulso de propuestas políticas que intentan modificar la conducta, son ejemplos de asuntos en los cuales el rol de las emociones suscita importantes debates. Este conjunto de cuestiones nos enfrenta a grandes desafíos teóricos y prácticos: ¿Por qué resulta relevante el papel de las emociones en los debates políticos actuales? ¿Se puede hablar de emociones “políticas”? Resulta obvio que no es posible desprendernos de nuestras emociones pero, entre otras preguntas posibles, ¿cómo encauzamos la deliberación, el diálogo y la toma de decisiones? ¿Se pueden educar las emociones? ¿Las emociones pueden constituir una herramienta para el análisis crítico?


Dossier: Sentir la política: la relevancia de las emociones para la vida política contemporánea

Introducción. Sentir la política: la relevancia de las emociones para la vida política contemporánea, Isabel Wences y Laura Gioscia. Descargar

1 Emociones adversativas: sobre los efectos políticos del afecto, Manuel Arias-Maldonado. Descargar

2 Una propuesta de educación de las emociones a partir de la historia de la filosofía, Helena Modzelewski. Descargar

3 Ira, Política y sentido de la injusticia, Alicia García Ruiz. Descargar

4 Miedo, injusticia y libertad en el pensamiento político de J. Shklar, Paloma de la Nuez. Descargar

5 Enojo y soberbia en la propaganda peronista reciente (2007-2015). Un análisis desde la teoría de la estetización y del “giro afectivo”, Daniela Losiggio. Descargar

6 Implicancias epistemológicas y reflexiones metodológicas en torno a la construcción de un archivo afectivo, Lucas Saporosi.  Descargar


Artículos


1. Politics, imagination, Humean inflections, Renato Lessa. Descargar

2. Lo ilimitado y su límite. Deseo, temor a la muerte y palabras en la construcción hobbesiana del orden político moderno, Facundo C. Rocca. Descargar

3. Biografía, Historia y Política Escrituras de si de una Madre de Plaza de Mayo, Patricia Funes. Descargar



4. Democracia deliberativa de partidos: una aproximación teórica al rol de los partidos para una democracia robusta, Eduardo Alonso Bentos. Descargar

5. Entre utopías y retropías: Jóvenes militantes de izquierda y la dimensión temporal de las identidades políticas, Gabriela González Vaillant. Descargar

6. La crítica de Vaz Ferreira a la herencia, desde su futuro, Andrea Carriquiry.  Descargar


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